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© Rodrigo G. Racero



Poema

Rodrigo G. Racero

EL HOMBRE, ¿QUÉ ES? Había estado aquel hombre luchando con el sueño; pero cayó rendido por el poder de éste. Su voluntad no era capaz; él, no era el dueño. Se estaba en este mundo sólo para obedecer; aunque no se tuviera plena cuenta de ello. Su libertad estaba limitada. Existía una regla que atender. Incluso si decidía abandonar la vida, en realidad obedecía el mandato de Él. Tenía cierta libertad para hacer o deshacer. En él se hallaba el poder de decisión, el hacer el Bien o el Mal; aunque tenía que vencer ciertos impulsos ciegos, y sobreponerse. La lucha era constante en este mundo. Había que poner atención a la conciencia; mas ciertas cosas no podían ser, pues contradecía al ente, Hacedor del Todo. Era consciente de lo poco que sabía. No era el dueño de su ser, ni tampoco su organismo acataba sus ordenes, ni le obedecía. Estaba encerrado, preso dentro de su cuerpo. Se preguntaba: ¿cómo poder escapar, y ser libre y único? Tal cosa no es posible, le decía la razón: eres sólo una parte ínfima del Todo. Y justo en aquel momento se despertó. Sabía que había soñado, y que tampoco era el dueño de su sueño.

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