Al tercer día de estancia en aquel lugar, y cuando ya Ricardo empezaba a desesperarse, aparecieron Samara y Eusebio.
  Tras los abrazos y saludos entre los recién llegados y los que allí esperaban, se sentaron a hablar. E.4. sirvió una copa de vino.
  Después, ante las preguntas de Eusebio, Ricardo relató lo que le había acontecido: Que la organización pretendía que él se encargara de asesinar a una persona, pero que desconocía los motivos por los que tenía que hacerlo. Que su negativa implicaba tener que pagar con su propia vida. Lo que sucedió con él en su casa, cuando le visitaron Sebastián y Mauricio, y que dio lugar más tarde a su pérdida de memoria. Evitó decir el lugar donde debía de efectuarse el crimen, para no comprometer a Samara y sus amigos. El interés que la organización demostraba por que él se casara con Malva, lo cual era para él un misterio que no sabía dilucidar.
  Ricardo volvió a contar algo de lo acontecido en el tiempo que había pasado en aquel más que extraño campamento, donde le enseñaron el manejo de las armas de fuego, la pelea con arma blanca cuerpo a cuerpo, y la doctrina que predicaban, sobre todo la supremacía del más fuerte para imponerse a los demás en el mundo, teniendo como dios a Satán; y el mantenimiento de una férrea disciplina en la obediencia de lo ordenado por los jefes en los varios grupos que la formaban; los cuales se dedicaban a diferentes acciones criminales, y eran a su vez los responsables ante otro superior. El conjunto de éstos superiores componían una especie de asamblea, precedida por un ser supremo que nadie nunca había visto, y del que tan sólo se oía su voz en las reuniones que de tanto en tanto se convocaban, y que él había sabido por rumores que se daban, se llamaba Thare.
  Samara le puso en el conocimiento de que ellos, quería decir la congregación, le habían mandado una carta a Malva, pidiéndole un rescate por su liberación; la cantidad exigida era de medio millón de oros. Pasada que fuera una semana, y si el pago no se hacía efectivo, o si lo pusieran en mano de la policía, sería él, Ricardo, sin más dilación ejecutado.
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  -¿Cómo? ¿He oído bien? -preguntó extrañado, a la vez que sobresaltado Ricardo-. No comprendo nada.
  -¡Cálmate, hombre! Deja que te explique nuestra estrategia -dijo Samara con gesto apaciguador, cogiendo la mano de Ricardo-. Hemos pensado que actuando de esta manera, evitamos toda sospecha, de que la organización piense que tú estás detrás de tu propia desaparición, porque quieres evitar pertenecer a ellos, y zafarte de la obligación de tener que cumplir con las órdenes que te den. ¿Entiendes? Por otra parte, si de verdad pagaran el rescate que le exigimos, estaría éste dinero a tu plena disposición para emprender una nueva vida, con una nueva identidad. Esa es la idea que perseguimos.
  -No parece a simple vista mala idea, pero no creo que Malva; primero porque ella no dispone de esa cantidad de dinero, ni tampoco pienso que su padre esté dispuesto a aportarlo.
  -Si tu futuro suegro sabe que tal cantidad de dinero, pueda después ser por ti repuesta, quizá se decida a pagarla para lograr tu libertad. Por lo menos, así pensamos que debería actuar para complacer a su hija, si es que ésta te ama y le exige a su progenitor que haga ese esfuerzo para salvarte de tus raptores.
  -¿Saben ellos si tú puedes hacer frente al pago de esa suma de dinero? -preguntó Eusebio.
  -Posiblemente no disponga de ello líquido; pero vendiendo algunas acciones y alguna que otra obra de arte que se encuentran en mi poder, sí que podría satisfacer esa cantidad -dijo Ricardo algo pensativo y con rostro de profundo cansancio.
  -Ahora podrás comprobar qué clase de personas son tu novia y su padre, según sea su comportamiento con respecto a ti en este asunto, en el que para ellos, tu vida está en riesgo -comentó Samara mirando fijamente a Ricardo.
  -Sin duda es una prueba para considerar el grado de cariño que sienta hacia mí. Aunque debo comprender que Malva se vería impotente de hacer algo, si su padre se negara a dar su consentimiento. Por otro lado pienso que no estoy en la mejor posición moral como para exigir nada de nadie, tú sabes que no estoy exento de pecado -razonó prudentemente Ricardo, __________

ahondándose en la profunda mirada de su amante.
  -Bien -dijo Eusebio-, esperaremos el tiempo que le hemos dado y actuaremos en consecuencia según ellos hagan. Tú debes de momento continuar aquí. Ya recibirás a no tardar, noticias respecto de lo que sea necesario hacer para seguir adelante.
  -¿Cuánto  tiempo  debo  aún  continuar en este desagradable lugar? -quiso saber Ricardo.
  -Procuraremos que sea el más corto posible. Depende de cómo reaccionen los otros, digamos actores, implicados también en el asunto que nos concierne -consideró Eusebio con gesto meditativo.
  -Te lo tienes que tomar con paciencia -le dijo Samara cogiéndole del brazo, y añadió-: Salgamos un momento.
  Fuera ya de aquella, más que otra cosa destartalada casucha. Se abrazó ella a él, y le dijo con queda y ardiente voz que le amaba, que su más anhelado deseo era estar unida a él para toda la vida.
  -Debo de confesar que me hallo muy confuso con todo esto que me acontece. Me encuentro azorado y no sé bien qué decisión tomar, qué postura adoptar respecto a cómo debe de ser mi vida en el futuro. A veces pienso que no he sido valiente; y que mi cobardía me ha llevado a la situación en la que me encuentro.
  -No seas tan severo contigo mismo. No has tenido otra opción según se han desarrollado los acontecimientos. Es tu vida la que está en peligro, y tienes todo el derecho del mundo para intentar por todos los medios, legales o no, de salvarla. Si todo sale bien, podemos ser felices fuera de aquí, en cualquier otra ciudad del mundo; rehacernos y empezar una nueva vida, y tomar todo esto como una pesadilla que ya pasó.
  -Yo había pensado sacar dinero del banco, en prevención de que tuviera que emprender la huida, o de que pasara algo como lo que está sucediendo; pero después se ha desarrollado todo tan rápido, que me he visto sorprendido.
  -No tienes que preocuparte para nada. Mejor es que no lo hayas hecho, pues que sería una prueba de que tenías planeado largarte; así es más verosímil tu secuestro.
  -Sí, es verdad, en eso tienes razón. Pero si ellos se niegan a pagar el rescate, ¿de dónde saco el dinero para seguir adelante en la vida? __________

Si no tengo oportunidad de hacer uso de mis propios bienes, ya que corro el peligro de ser descubierto por la organización, pues creo que poseen largos tentáculos, que les hace estar informados de todo lo que a mí persona concierne; quizá a través de Cristian, que esté en complot con ellos.
  -No te rompas la cabeza, ni te atormentes ahora por eso. Nosotros buscaremos la solución más idónea, no te quepa la menor duda que al final saldremos victoriosos.
  -Tengo la extraña sensación de no ser el dueño de mi persona. Los acontecimientos se suceden fuera de mi voluntad, sin que yo pueda incidir en ellos de un modo concluyente, el destino me lleva y me trae de un lado a otro, y yo me siento impotente para poder doblegar a mi favor el devenir de las circunstancias. Sé que vosotros representáis el Bien y me queréis ayudar, que los otros tienen por bandera la expansión del Mal, y que yo soy una especie de juguete por el que hay que luchar.
  -Es cierto que a veces el sino de una persona está marcado, y que la voluntad de uno por más que se empeñe, choca contra el muro de la suerte que le es esquiva; en estos casos sólo cabe tener paciencia y esperar la oportunidad, para actuar cuando ésta se presente.
  -¿Cuándo volveré a verte? -preguntó Ricardo acallando su eterna queja, y queriendo dejar de lado sus lamentos.
  -¡Pronto! Pero es prudente que no nos llamemos por teléfono, y que nuestro contacto se reduzca al mínimo necesario, hasta que todo haya concluido. ¿Comprendes?
  -Por supuesto -respondió él con gesto de resignación.
  Se fundieron en un estrecho abrazo y ella le dijo al oído:
  -Mi mente está siempre llena del deseo de tenerte nuevamente a mi lado, para nunca más separarme de ti.
  -Tú eres lo único que me queda en la vida, si sano y salvo salir pudiera de esta alucinante situación.
  -Sí, verás como al final lo lograremos.
  Se despidieron al fin con un beso pasional, y se les veía que ambos estaban en verdad emocionados.
  Eusebio también se despidió de él con un fuerte apretón de mano, e igualmente de E.4.
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  No pudo evitar Ricardo que la tristeza invadiera su ánimo, en el momento en el que Samara se perdía de su vista con el coche en el primer recodo de la sinuosa, polvorienta y estrecha carretera de aquel apartado lugar.
  -Vamos -dijo E.4.- pasemos de nuevo dentro y sigamos tomando nuestra copa en tanto charlamos un rato. Es la mejor medicina para curar los pesares; cuando uno descarga el lastre que oprime el alma con una conversación y un buen trago.
  -Sí -dijo Ricardo con gesto de resignación-, habrá que aceptar las cosas tal como Dios nos las manda.
  -Dios es tan sólo el Creador del Todo; aparte de eso, nada tiene que ver con el comportamiento humano, pues que nos fue otorgado actuar a nuestro propio albedrío. La lucha es nuestra, somos nosotros los llamados a vencer al Mal; únicamente debemos saber elegir bien las armas, para poder combatirlo eficazmente.
  -Sí, también yo he pensado siempre así -aprobó Ricardo-; pero ahora que me veo en el primer aprieto serio de mi vida, me invade la duda de estar o no en lo cierto.
  -No se puede pensar que Dios tome partido por nadie. -No, por supuesto; pero parece que en el mundo, el Mal avanza, adquiere la supremacía en la vida de los hombres.
  -Sí, eso parece; pero uno nunca debe abandonar, rendirse y claudicar por arduo que se presente el camino a seguir.
  -Lo triste es que al final, siempre está la duda de, si después del esfuerzo se logra ganar el cielo.
  -Uno no debe esperar tener premio alguno, sino actuar por convencimiento de que se está en el lado que ilumina su verdad.
  -La verdad, la verdad -dijo Ricardo-. ¿Qué es la verdad? ¿Dónde se encuentra, dónde está?
  -Dentro de ti por supuesto; tú eres la verdad. Tú y todos los demás.
  -¿Quieres decir que la verdad es un caos?
  -Un caos en cual nosotros debemos hallar la recta senda.
  -Sí, quizá estemos nosotros llamados a comprender y ordenar la vida, en la medida que nos corresponda. Cada uno de nosotros poseemos, o estamos dentro de una parcela de la verdad.
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  -Uno se puede convencer de sus propios argumentos, y sin embargo engañarse.
  Pregúntale a la intimidad de tu alma; si no sabes responderte, es que te invade la duda. Entonces tendrás que seguir buscando hasta que seas capaz de encontrar la parte oculta de tu verdad.
  -¿Crees tú que existe alguna cosa que se tenga por verdad, y de la que se pueda estar seguro que es tal? -dijo con un deje de amargura Ricardo.
  -Sí, lo creo. Negar la existencia de Dios es absurdo, pues que sería negar la propia existencia; ya que somos con Él Uno.
  -No intento negar la existencia del Creador. No obstante, pienso que la idea que el hombre ha tenido de Dios en las diferentes épocas pasadas, difiere mucho de la actual, aunque hay ciertas religiones que poco o nada han cambiado desde que fueron concebidas, y que según dicen los que la extendieron por el mundo, fueron dictadas por el mismo Dios.
  Sí, te entiendo; pero hay que saber comprender la verdad de Dios fuera del ropaje del mito que siempre la encubre o rodea.
  -Los dioses de todas las religiones son omnipotentes, de un poder sin límites, absoluto; y tiene que ser así bajo la perspectiva de un razonamiento lógico humano: Dios ha de ser por fuerza Todopoderoso, no se puede forjar en la mente del hombre un Dios que no lo sea. Dios no puede tener ninguna debilidad, pues ¿qué clase de Dios sería un Dios débil? Los seres humanos siempre temieron la ira divina, ya que su castigo era terrible, aunque los hombres diariamente pecan y matan a Dios, (si es que somos con Él Uno) en cuanto unos a otros se eliminan en absurdas guerras. ¿Debo pensar que Dios se destruye así mismo?
  -No, por supuesto que no. Son los malos los que se aniquilan a sí mismo sin saberlo, pero serán sin ninguna duda recuperados para el Bien en el tiempo de la constante renovación de Dios.
  -¿No existe pues la condena eterna?
  -¡Imposible! No hay la más remota posibilidad de que eso pueda ser así. Un infierno donde las almas sean condenadas eternamente no existe, sería la absoluta negación de la existencia de Dios, y negar la existencia de Dios, ya te he dicho que es un absurdo -dijo __________

muy seguro de sí E.4.
  -Especulaciones, todos nuestros pensamientos sobre el tema son simples especulaciones. Nada sabe el hombre del más allá, y menos aún del ser, o la esencia de lo que sea Dios; sencillamente porque todo eso está, o se encuentra en otra dimensión, hacia la cual nosotros no podemos viajar y retornar para poder informar y decir como son las cosas en ese otro hipotético mundo, que no acertamos a decir si de verdad existe -argumentó Ricardo.
  -¡Naturalmente que ese mundo existe! Si no existiera, la vida orgánica desembocaría a su muerte en la nada; pero mi razonamiento me dice que la nada es imposible que exista, pues que si existe, tiene que ser algo, lo cual implica una contradicción. Lo cierto es que todo lo existente se transforma, cambia y sigue de otro modo existiendo -dijo E.4. con una amplia sonrisa.
  -Todo eso no es más que un juego de palabras. Quizá nada podamos decir de la "Nada"; pero la verdad es que también bastante poco del sentido profundo de la vida -machacó Ricardo insistiendo en su argumento.
  -No hay más que mirar atrás en la historia de la humanidad para ver que el ser humano siempre creyó en Dios -contrarrestó E.4.
  -Yo diría que más bien creían en dioses; a los que admiraban y respetaban, y a los que obedecían por temor a su venganza, pues estos les amenazaban con severos castigos si incurrían en la desobediencia de sus mandamientos. Esto que digo se advierte en casi todas las mitologías de los antiguos pueblos, e incluso en las actuales religiones. Los cristianos hablan del infierno eterno como castigo si se muere en pecado mortal, es decir, caer o estar el espíritu en una perenne, infinita, eterna ausencia de Dios. ¿Pero cómo es posible estar fuera de la presencia de Dios, si Dios es y se identifica con el Todo existente? ¿Es que hay algo que pueda estar fuera del dominio de Dios, de su conocimiento? Si se acepta esto, tenemos al mismo tiempo que aceptar o admitir la existencia de dos poderes, de dos Dioses que pugnan entre sí, y eso sería el Bien y el Mal. No obstante ambos poderes no pueden existir de un modo absoluto por separado, pues los dos, digamos "Se necesitan" para poder decir algo __________

del Bien hay que compararlo con el Mal, y viceversa. Yo creo más bien que Dios es Solo, único e omnipotente, señor del Todo, porque el Todo es con Él Uno, que está por encima del bien y del mal de los humanos. Dios lo abarca Todo. Él es al mismo tiempo el Bien y el Mal metafísico, que evoluciona en un constante perfeccionamiento del Todo que es Él mismo. El Bien vence al Mal de continuo, pero el Mal resurge constante, por eso la lucha es eterna en todo el universo que se renueva eternamente y es Dios.
  -Bravo, tus argumentos podían muy bien ser los míos propios. Sin darte cuenta, siguiendo un lógico razonamiento, has llegado a ser de mi misma opinión -dijo E.4.
  -De cualquier forma, todo esto no deja de ser otra cosa que teóricos pensamientos sin ningún apoyo científico, que lo avale de una manera real y clara -respondió Ricardo.
  -Me parece que no hay en realidad nada, que de un modo fehaciente, pruebe científicamente la verdad de ninguna religión; no obstante el hombre no deja en ningún momento de su historia, de pensar y creer en Dios. Tan sólo varía el ropaje con el que se envuelve esta idea, el rito y la liturgia que en cada religión se emplea en cada tiempo de la historia; despojándolas de esto queda tan sólo la idea desnuda de la verdad que es la existencia de Dios para el hombre. Yo diría que incluso es una verdad para aquellos que se llaman así mismo ateos, pues casi siempre éstos más que negar la verdad de Dios, reniegan, o no están conforme con una determinada religión, y los conceptos que ésta, o los representantes de la misma emplean para expandirla por el mundo -expuso E.4.
  -Al final tenemos que convenir en la existencia de dos poderes antagónicos: El Bien y El Mal -dijo Ricardo-, y hay que tomar partido por uno u otro lado, no se puede permanecer al margen.
  -Efectivamente, y el que supone que pueda permanecer como mero espectador, yerra.
  -Convendrá conmigo en que no se puede obligar a nadie por la fuerza, y bajo amenazas de horrendos castigos, a obedecer al dios de una determinada religión -indagó Ricardo.
  -Naturalmente que no. La búsqueda del camino que a la verdad de Dios conduce, ha de ser individual e íntima de cada uno. La __________

obcecación y el empecinamiento de algunos individuos de permanecer a la sombra, apartado de la "Luz" que irradia el Bien de Dios, es una aberración, que a veces el mismo ser razona y logra rectificar a lo largo del tiempo de su vida. Si así no fuera, formará irremisiblemente  parte del espíritu  maligno de Satán en el más allá -aclaró E.4.
  -Tenemos sin embargo en el antiguo testamento, muchos pasajes en el que el dios de los israelitas Jehová, amenaza con masiva destrucción del pueblo por incumplimiento del mandato de sus preceptos religiosos. La desobediencia trae desgracia, implica ser merecedor de un castigo que puede llegar a tener proporciones desmesuradas, tremendas y horribles, desprovistas de toda compasión o benevolencia hacia el ser débil y pecador, por parte del Hacedor que quiere educarlo dentro de la ley divina.
  Y estas solían ser las amenazas reales, físicas, contra todos aquellos que no confesaban, ni comulgaban con sus creencias religiosas, o la conminación era de castigo de padecer hambre, y caer en la miseria por desoír lo prescrito: Antiguo testamento, Moisés libro 3° Levítico Capitulo 26; Consecuencias de la desobediencia, verso 14 dice: "...Si aún no estáis dispuestos a obedecer, seréis duramente castigados hasta siete veces; romperé vuestra terquedad y no dejaré caer del cielo lluvia; el cielo será como una campana de hierro, y dura como la piedra será la tierra bajo vuestros pies. Todos vuestros esfuerzos serán inútiles y nada crecerá en vuestros campos, y vuestros árboles no darán frutos. Si todavía continuarais oponiéndoos contra mí y no me obedecierais, renovaré otra vez siete veces, siete veces mi castigo contra vosotros: Dejaré que las fieras os ataquen y maten, y se coman vuestros niños y vuestro ganado, así como a muchos de vosotros; de forma que todos los caminos aparecerán desiertos. Si aún vuestro empecinamiento persistiera y no quisiereis oír, y contra mí os alzarais, entonces estaré yo al frente contra vosotros y os castigaré con más dureza, porque habéis roto la alianza; dejaré que ejércitos enemigos invadan vuestro país, y si buscarais refugio al abrigo de vuestras murallas, vendrá, os mandaré la peste para que se extienda entre vosotros. El enemigo pondrá __________

cerco a vuestras ciudades y os será imposible la huida, y en parte alguna encontraréis refugio..."
  Así, en el Popol Vuh Tercera Parte Capítulo VI se dice... "Hubo, sin embargo una tribu que robó el fuego entre el humo, y fueron los de la casa de Zotzil. El dios de los cakchiqueles que se llamaba Chamalcán y tenía figura de un murciélago.
  ... No pidieron el fuego, ni quisieron entregarse como vencidos los cakchiqueles, como hicieron las otras tribus. ...Así Tohil ha dicho: Que sacrificará a todas las tribus ante él, que se les arrancará el corazón del pecho y del sobaco."
  Y en el Korán Sura XVIII LA CAVERNA párrafo 3: "Libro que ha de servir de advertencia a los que osan decir que Dios tiene un hijo. Párrafo 4: Aventuran ésta afirmación sin fundamento, porque sus padres vivían en el mismo error. Sus bocas no se abren sino para dar paso a la mentira. Y más adelante en el párrafo 7: Reduciremos a polvo a todos los que recorren la tierra. También en la Sura XXXVIII SAD párrafo 7 se dice: ¿Hubiera sido Mahoma preferido a nosotros para recibir el Korán? Ellos dudan de mi religión, pero todavía no han sufrido los primeros castigos. Y el párrafo 43 reza: Le ordenamos tomar un haz sarmentoso y golpear con él a su mujer, a fin de que cumpliera su juramento, y obedeció. Siempre encontramos a Job lleno de paciencia..."
  Y yo me pregunto -continuó Ricardo-, si se le puede obligar a nadie contra su voluntad a formar parte de una determinada religión. Es infinitamente mejor que los individuos entren en el seno de una determinada religión por propio convencimiento, si no será un falso creyente, y esto no debía de ser de interés para aquellos que la predican, supongo yo.
  -¿Qué quieres que te diga? A veces la religión se confunde con la política, y de hecho en la antigüedad política y religión eran una misma cosa -comentó E.4.-. Hay también que tener en consideración la época en que tales cosas fueron escritas.
  -Lo entiendo perfectamente. No obstante sigue existiendo en la actualidad, un elevado fanatismo de algunos pueblos en el tema religioso -afirmó Ricardo-. Creo que los progenitores tienden siempre, o bien en la mayoría de los casos, a inculcar a sus hijos __________

sus propias creencias, ya que las consideran la verdad única e irrebatible para estar, en un más allá, en la unión con Dios. Y yo me resisto a creer que ningún ser humano esté en posesión de la verdad de lo que sea Dios. Creo que es precisamente ese estar seguro, esa firmeza de que es así como ellos dicen que es, y nunca como dicen los otros que es, lo que da lugar al fanatismo y la lucha entre las diferentes creencias. En la antigüedad como dije, el castigo de Dios para con los hombres era horrendo, cuando éstos desobedecían su mandato, y esto me hace pensar, que quizá fue el hombre el que hizo a Dios a su imagen y semejanza, y no al contrario. Dios es Uno para todos, y cada cual debe elegir el camino que le sea más idóneo, para buscarlo y acercarse a Él. Sin tener que sentirse por nadie presionado.

  Así andaban deliberando los dos amigos durante horas, todos los días. A Ricardo empezaba a hacérsele interminable la larga espera en aquel apartado lugar, a pesar de las interesantes charlas con aquel peculiar individuo llamado E.4.
  Cuando pensaba en lo anómalo de su situación con respecto a aquella terrible organización comprendía, y era en verdad consciente, de que sus posibilidades de salir ileso, libre de las garras de ésta, eran, pese a la ayuda de la congregación a la que Samara pertenecía, pocas. Cristian nunca estaría dispuesto a entregar para su rescate, aquella gran cantidad de dinero exigida; aunque hipotéticamente Malva se lo rogara. Estaba seguro de que diría que los raptores siempre matan a sus víctimas, y lo pondría en manos de la policía. Sebastián no cejaría nunca en su búsqueda hasta dar con él. La congregación no podría sostenerle económicamente, pues que hacer desaparecer a una persona, y darle una nueva identidad no sería cosa fácil, y acarrearía de seguro grandes gastos de dinero, que aunque él ignoraba la situación económica de ellos, dudaba que estuvieran dispuestos a pagar. Si no obstante eso pudiera ser posible, ¿cómo viviría después? ¿En qué trabajaría? ¿Cómo se desarrollaría su vida? Todo continuaría siendo una incógnita. Su natural deseo de saber a qué se debía el interés de la organización por él, quedaría en __________

la oscuridad, jamás lo sabría, y seguiría siendo un interrogante la complicidad de Cristian, y tal vez Malva en todo aquel asunto.
  Ricardo pensaba que ya debía de haber pasado la semana que la congregación había dado a Malva, para que decidiera sobre el pago de su rescate, y que por lo tanto no debía de tardar la visita de Samara para informarle de los nuevos acontecimientos.
  Por fin llegó la tan ansiada visita de Samara. Al parecer, según le comunicaba, estaban dispuestos a pagar la suma exigida para que le dejaran en libertad, pero obviamente querían tener la prueba evidente, de que él continuaba con vida. Por lo que ella traía una cámara polaroid, y un periódico del día.
  -Tenemos que hacerte una foto, para que vean que aún te encuentras entre los vivos. Pongamos una sábana blanca detrás de ti, que no puedan sacar conclusiones ningunas del lugar donde te encuentras. Tu aspecto debe de ser triste y demacrado. Es una suerte que no te hayas afeitado en todos estos días -dijo Samara al tiempo que acercándose a Ricardo le enmarañaba el pelo-. Quédate de pies, y sostén el periódico de forma que se vea bien la fecha. Samara hizo un par de fotos, en las que Ricardo procuró salir con muy mala apariencia, y lo más deprimido posible, vestido con aquella ropa de pobre campesino.
  Después de que Samara hubo efectuado su trabajo, hablaron tan sólo unos minutos, pues que ella tenía que marcharse con rapidez por asuntos que afectaban a la congregación, a la que estaba entregada.
  Como siempre, Samara no dejo de darle ánimos, intentando levantarle la moral. Se despidieron con un, podría decirse, desesperado y apasionado beso.
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