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LA ANTESALA DE LOS MUERTOS Rodrigo G. Racero CAPÍTULO 1 |
Estaba aquel hombre joven, llamado Daniel, en el mundo, y
luchaba consigo mismo. Trataba de buscar una conducta recta a
seguir en su vida y se hallaba en un mar de dudas. |
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Aquel hombre joven llamado Daniel, caminaba por el largo
camino de la vida. La muerte puede estar cerca y puede estar lejos.
En realidad la vida no es larga ni es corta, es sencillamente la vida
de cada uno: Una vida longeva ha podido ser breve, y una fugaz
quizá haya sido intensa y llena de experiencias y goces para el
individuo según la haya vivido; depende de cómo haya sabido, o tal
vez intuido profundizar en la incógnita del alma con su
pensamiento. |
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Uno y otro discutían, y entablaron en su mente el siguiente
"diálogo" o tal vez monólogo, si éste es preguntarse y responderse
a sí mismo: |
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Otro- Todo es relativo, ¿cuál es el Bien y cuál es el Mal? ¿Es el
Mal las bacterias de las que enfermamos? ¿Son las acciones
perversas de los que piensan diferentes y nos quieren imponer su
credo? ¿Es el Mal el crimen ideológico, el crimen pasional o el que
se comete por propio interés o provecho? ¿O tal vez es la guerra
que enfrenta a los pueblos, y en la que se mata y se saquea al
vencido y se viola a las mujeres? |
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muchos. ¿O puede ser la naturaleza maligna de un modo
consciente? |
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en las diferentes materias del saber? ¿Por qué no se nace ya con la
predisposición natural de conocer nuestro entorno, y el planeta en
el que nos movemos y vivimos? Quizá demos demasiada
importancia al individuo como tal, cuando la calidad vital está en el
conjunto, es decir, en la humanidad entera que tiene un destino
aparte del destino particular de cada uno de nosotros. |
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incidencia del hombre, que es responsable de las mareas negras,
donde mueren masas ingentes de peces y aves marinas. |
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comer del "Árbol de la Ciencia del Bien y del Mal". Porque si el
hombre sólo hubiese seguido alimentándose del "Árbol de la
Vida", ¿qué duda cabe que hubiese permanecido inmóvil en su
estado primario y salvaje? Pero si la evolución de toda especie es
cierta, sigue pues siendo incierto lo de que el hombre hubiese sido
condenado, puesto que en el mismo ser está ya dada la evolución.
Es lógico pues pensar que ambos "árboles" fueron puestos por Dios
a disposición del hombre para alimentarse y saber, y encontrar con
el conocimiento de la meditación y la ciencia, el camino de la idea
que conduzca a Dios. Por otra parte también se puede pensar que, si
la voluntad de Dios hubiese sido que el hombre sólo comiese del
"Árbol de la Vida", con no plantar el de "La Ciencia del Bien y del
Mal", todo concluido. Quizá se pueda suponer una especie de
advertencia para el hombre, en la presencia simbólica de la
serpiente, si éste hiciese un uso negativo de los conocimientos
adquiridos. La ciencia, el saber, es un cuchillo de doble filo que
puede implicar en la desobediencia, si no se pone éste sólo al
servicio del Bien, un castigo en ella mismo encontrado: La
aparición del Mal. |
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Creador, que nuestro modo de alimentarnos sea la vida (vegetal o
animal) de los otros seres. |
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nos defendemos de las bacterias porque nos causa
o procura enfermedades; pero éstas están también en su mismo
derecho natural de subsistir, aunque sea a costa de nuestra
enfermedad o muerte. |
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Mal. Cuando la persona tiene conciencia, el hecho está consumado. Por eso en el
caso de una acción maligna, se dice que el hombre estaba poseído
por el diablo, o que era un "des-almado", seguramente porque se
cree que el alma estaba en el momento del acto ausente del ser. |
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comprensión de la idea universal de Dios. El espíritu cobijado en el ser humano es eterno, es parte
integrante, célula del gran espíritu de Dios. |
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actúa a semejanza del creador, a un nivel o esfera por supuesto
microscópicamente inferior: el ser pensante se procrea, se ausculta
y reconoce como parte del conjunto del Ser divino, que es Dios. El
ser absoluto y único que es Dios, crea. El hombre también a
imitación de Dios crea, es capaz de inventar; pero la gran diferencia
es que Dios no ha sido creado por nada ni nadie. Dios es eterno, sin
principio ni fin. El hombre y todo lo existente, ha sido creado por
Dios. Si Dios lo ha creado todo, ¿tenía que haberse creado también
El a sí mismo? Mas, si admitimos que Dios es eterno, sin principio
ni fin, no se ha podido crear, pues tendría un principio, aunque no
tuviera ningún fin. El principio de Dios no existe. Dios no sólo lo
ha creado Todo, sino que Él es el Todo. El principio del todo no
existe. Únicamente hay cambio en el continuo del todo, que puede
considerase principios y fines de cosas, mundos, galaxias, eras y
seres que nacen y mueren. La muerte es tan sólo el fin de una etapa.
La existencia continúa y torna al todo de Dios para mutarse en un
continuo, eterno experimento. |
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consecuencia última de la unión de todos los seres. El espíritu
formará una simbiosis de todo lo existente en su meta final. |
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Uno- Eso es una perogrullada. Si no fuéramos malos, seríamos
buenos. Pienso que esa es la prueba de que el Mal existe en una
categoría superior, para nosotros inalcanzable. |
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Uno- Es algo como decir que el error del artista está en el error de
su obra, y que es la obra la que tiene que tomar la iniciativa, o que
tiene la obligación de ser ella la que se perfeccione a sí misma, para
poder llegar a un estado de gracia. El artista se ha limitado a darle
esa peculiaridad de poder tomar decisiones, que le abra el camino
de llegar a un estado de plenitud y verdad. Me parece que ese es un
camino doloroso. Y siempre puede uno preguntarse: ¿por qué ha de
ser así? |
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redimiendo al ser que de Él emana y está en nosotros
mismos. Nosotros somos con Dios uno, al ser parte de Él. |
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buenos o malos. Quizá sea el hombre un producto
del Mal, pero creo que en lo más profundo de él, anhela y busca el
Bien. |
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por la vía del Mal, en la que ha de influir y dominar, y al fin
vencer, para hacer tornar al redil del Bien, en su gloria, a todos
aquellos que fueron seducidos por el Mal. |
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existencia nosotros mismos. En realidad qué nos importa la tan
traída y llevada verdad que buscan los filósofos, las especulaciones
mentales y trasnochadas de la pregunta de qué es Dios, el Bien y el
Mal, el lugar donde estamos, de dónde venimos y hacia dónde
vamos. Lo cierto es que estamos perdidos y todo lo ignoramos.
¡Vivamos lo qué nos he dado vivir hasta morir, y ser engullidos por
la eternidad! Dejemos de preguntarnos, apaguemos la sed con el
placer que la vida nos pueda dar, pues que nada verdaderamente
esencial podemos cambiar, nuestra influencia en el plan de Dios es
nula. Luchemos si acaso sólo por una existencia mejor, en armonía
con la naturaleza y en paz con nuestros semejantes. |
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verdad. Lo más probable es que el hombre no encuentre nunca la
gran Verdad, pero sí nuevas perspectivas para avanzar en su
conocimiento, en todas las ramas del saber, en las ciencias y las
tecnologías; aunque éstas abran siempre nuevos caminos, que
desembocan en un laberinto cada vez mucho más complicado,
causando problemas que parecen insolubles, pero es el reto que la
humanidad tiene con Dios, llevar esto a buen puerto. |
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malignidad hace la ley corrupta, ampara a los inicuos y se torna
ineficaz, deja de ser aquello para lo que nació o fue creada. Así la
ley es la de unos pocos, siempre pudientes, contra la inmensa
mayoría que es el pueblo. Si la eficacia para la solución de
cualquier problema, más todavía si éstos son de asuntos criminales,
no pudiera conseguirse porque tropieza con la legalidad que se le
ha dado a la ley, es que la legalidad de esa ley no tiene voluntad de
ser tal, sino que sólo vale para el servicio de una capa superior de la
sociedad. La ley tiene que ser ante todo contundente, seria y
sobremanera eficaz. Ser igual para todos, de verdad ciega ante el
individuo, pertenezca a la clase social que pertenezca. Cuando el
Mal se vale o ayuda del mismo aparato de la ley para escapar de
ésta, es que dicha ley adolece de poder eficiente. Una ley semejante
habría que borrarla y escribirla de nuevo. |
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Otro- Nada existe que sea plenamente perfecto, la imperfección
está, o es implícita en la misma naturaleza de las cosas, o quizá sea
que lo imperfecto está dentro de la perfección del Todo, del Ser de
Dios, que es así. Esta posible perfección sea quizá posible en el
más allá, en la vida del espíritu libre de la materia, porque haya
logrado en su experiencia con la vida orgánica, una sabiduría de
bondad, de tal manera que la imperfección exista sólo en la vida
material-orgánico-animal; pero que se puede perfeccionar en los
espíritus, cuando éstos abandonen la vida terrenal. No es que al
morir vaya el alma de la persona a formar parte de inmediato del
espíritu del Bien, pero sí que tiene la posibilidad, a razón de su
experiencia en la vida, de pertenecer a Él. Creo que la lucha del
Bien y el Mal, aún continua en el más allá. |
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también se cree o forme una especie elemental de pensamiento,
pero el pensamiento abstracto es peculiaridad sólo del ser humano.
Así pues es el espíritu el que se vale del hombre a través de la
materia para configurar ideas que forman pensamientos concretos,
y éstos en acciones buenas o malas a ejecutar. El Bien y el Mal
aparecen por todos los caminos que cruza el pensamiento. La vida
orgánica del hombre está sujeta a unas necesidades físicas, que
influyen lógicamente en su comportamiento espiritual. En cuanto el
hombre es espíritu y materia, las dos partes se afectan mutuamente. |
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la existencia de nuestro planeta para el conjunto de las galaxias?
Somos tan insignificantes como un grano de arena en la extensa
playa, quizá infinitamente menos aún que eso. No obstante sí
podemos por lógica pensar, que al ser una parte del Todo, somos o
formamos parte del Ser de Dios, pero sin ningún valor especial,
igual pudiéramos desaparecer y no por eso las cosas en el universo
fueran a ser diferentes. En nuestro mundo dejan de existir seres de
nuestra fauna y nuestra flora, y aunque lo podamos lamentar, el
planeta continúa rodando vivo en el tiempo que le corresponda
vivir. La pérdida del planeta sería para el Ser de Dios, como si un
ser humano perdiera un vello o un trozo de uña. |
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buen puerto. Por otro lado está el pensamiento más realista, cuando analiza cosas concretas para mejorarlas; éste pensamiento se mueve en lo ya conseguido por el primer pensamiento que pudo parecer absurdo en un principio. También debemos analizar lo concreto e inconcreto del pensamiento al moverse en lo real o irreal de su mundo: Uno se encuentra lejos de su casa y piensa en su mujer, en su madre o en su hijo, puede pensar en personas, objetos o acciones que ejecuta, esto es, en cosas concretas; puede pensar que está en los brazos de una mujer inalcanzable para él. Hay pues cosas que se piensan y son concretas-realizables y cosas concretas-irrealizables, pero son pensamientos dentro de una realidad. El pensamiento que está fuera de la realidad, el que se mueve sólo dentro del mundo de lo fantástico, es un pensamiento concreto-posible o concreto- imposible: Concreto-posible fue cuando el hombre pensó por primera vez en volar, y aunque parecía irrealizable se consiguió, y como éste muchísimos otros casos de cosas que son obvias de enumerar. El ejemplo de un pensamiento concreto-imposible, pudiéramos buscarlo en cuando intentamos pensar en algo que está fuera de nuestro espacio, que se sale de nuestra dimensión, porque nunca podremos decir nada de lo que está al otro lado de nuestro mundo vivo. Es concreto porque pensamos en algo determinado, pero al mismo tiempo es imposible de conseguir: Hagamos un esfuerzo, intentemos pensar en un color nunca visto, nos daremos cuenta que no es posible, por muchos experimentos o mezclas de los colores que ya conocemos y existen, jamás conseguiremos uno nuevo, pues absolutamente todos tendrán relación con los que están en la gama de la luz que nosotros percibimos. Lo mismo nos pasará si intentamos salirnos con el pensamiento de nuestras tres dimensiones, la cuarta dimensión no deja de ser una especulación (aunque es bueno que así sea) pero nunca podremos entrar en ella, en tanto estemos vivos. Podremos pensar en un lejano planeta, de una galaxia cualquiera, y con nuestro pensamiento podremos fantasear en cómo serán los seres de ese mundo (suponiendo que __________ |
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esté habitado) y cómo será su paisaje, pero todas nuestras
conjeturas sobre esto pueden ser completamente erróneas; que es lo
que decía al principio, en este caso sería un pensamiento concreto-
expectativo, o si se quiere, especulativo. |
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supo desarrollar la medicina, la biología, la física y la química,
hasta haber podido lograr abrir y leer el libro de la vida, digamos
que saboreó, sí, el fruto que le ofrecía el "árbol de la vida", pero
también comió el fruto del llamado "árbol de la ciencia del Bien y
del Mal", para poder comprenderlo. |
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porque uno se pregunta siempre qué había antes del principio y qué
quedará después del fin. Quiero pensar que el espacio-tiempo
siempre existió, y en él la materia portadora de la vida. Sí se puede
pensar que haya una renovación de la materia, motivada por unas
explosiones de ésta, procurando nuevos ciclos de existencia en
diferentes partes del espacio-tiempo, según vayan muriendo las
estrellas. |
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todos, pero no todos vivimos iguales, nuestros goces y sufrimientos
varían enormemente entre unos y otros. Algunos viven en la
abundancia inmerecidamente, y otros no paran nunca de pasar
calamidades, también inmerecidamente. No es tan sólo la
responsabilidad de cada uno de nosotros, lo que determina la mejor
o peor posición en la vida dentro de la sociedad de los individuos,
(esto tiene que ser una tarea de todos) sino un conjunto de factores
humanos que la política en el mundo, es incapaz de resolver. A
veces me pregunto si no habrá verdaderamente una influencia en el
más allá, que de cualquier manera determine el destino de cada uno
de nosotros en esta vida. |
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y no puede advertir el Mal que se aproxima. La sabiduría, que da el
conocimiento y hace sentirse fuerte; esto procura arrogancia y
desprecio del enemigo, pero éste nunca duerme y te amenaza. La
tolerancia, que te hace ser comprensible y paciente, llevándote a
caer a veces en una despreocupación, una tranquilidad peligrosa,
porque dejas de estar alerta y hace a aquel que se tolera y disculpa,
fuerte, pudiéndose alzar, rebelarse contra el orden impuesto y
exigir cada vez más de la familia, o de la sociedad en la que vive.
El poder de la justicia tiene que ser implacable dentro de ella, no se
puede dejar coaccionar, ni ser débil, ni sentimental; tiene que,
haciendo honor a su nombre, ser justa, correcta, exacta, integra y
pura. |
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trabajador, no se sienta avasallado por el poderoso, por el rico; que
sus derechos como tal persona, tengan que ser respetados, y que el
acceso a la educación y a la cultura, estén abierto a todo aquel que
sea capaz de afrontar unos estudios, que lo haga avanzar en
provecho suyo y de la sociedad en la que vive, y de la que forma
parte. ¿Se puede decir verdaderamente que sea la democracia el
modo ideal de gobierno, la política más justa para el individuo,
para el pueblo? Creo que los mismos pecados y delitos que existen
en cualquier otra forma de gobierno, existen igualmente en la
democracia; no es ésta capaz de eliminar ni un ápice la maldad, la
corrupción, los abusos de poder y toda otra forma de delinquir de
los hombres. No se consigue encausar el Mal por la vía de la
benevolencia, queriendo ser tolerante y comprensivo, para tratar de
reincorporar, de reconducir al descarriado al buen camino. Esto
parece que debiera ser una misión encomendada a la religión, pues
entra de lleno en el terreno, en el espacio de Dios, que por otra
parte, ya es más severo que la misma justicia democrática, pues que
condena al pecador al infierno eterno. Es una disyuntiva del Bien y
del Mal. La democracia es una forma de gobierno no realista; sin
querer decir con esto que sea en sí mala, es solamente que el
hombre aún no está capacitado para entrar en ella; todavía tendrá
que madurar durante algún tiempo, si es que alguna vez llega a
conseguir esta madurez. |
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profesionales del crimen y el terror; es la culpable, la responsable,
por esa su tolerancia mojigata que todo lo quiere perdonar. |
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los más variados motivos, también los religiosos, lo que da fe de
una gran locura y perversión. |
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constantemente, aunque deje el camino en su avance, sembrado de
cadáveres. |
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comercialización de una mercancía, y en el que el valor estético es
en muchas ocasiones, al menos discutible. |
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